lunes, 9 de junio de 2014

Reflexión del día


La Carreta Vacía


Caminaba con mi padre cuando el se detuvo en una curva y después de un pequeño silencio me preguntó:
Además del cantar de los pájaros, ¿escuchas alguna cosa más?
Agudicé mis oídos y algunos segundos después le respondí: Estoy escuchando el ruido de una carreta.
Eso es -dijo mi padre-. Es una carreta vacía.
Pregunté a mi padre: ¿Cómo sabes que es una carreta vacía, si aun no la vemos?
Entonces mi padre respondió: Es muy fácil saber cuándo una carreta está vacía, por causa del ruido. Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace.
Me convertí en adulto y hasta hoy cuando veo a una persona hablando demasiado, interrumpiendo la conversación de todos, siendo inoportuna o violenta, presumiendo de lo que tiene, sintiéndose prepotente y haciendo de menos a la gente, tengo la impresión de oír la voz de mi padre diciendo:
"Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace"
La humildad consiste en callar nuestras virtudes y permitirle a los demás descubrirlas. Y recuerden que existen personas tan pobres que lo único que tienen es dinero. Y nadie está mas vacío que aquel que está lleno de sí mismo.


Las pesadillas



Las pesadillas son consideradas un trastorno del sueño caracterizado por una carga de ansiedad o miedo. Los que las sufren tienen recuerdos precisos de su contenido. Esta experiencia es muy intensa y contiene temas que implican una amenaza para la supervivencia, la seguridad o la autoestima.

Cuando tenemos una pesadilla, nos levantamos agradeciendo que sólo fuera un sueño, porque en el estado en que nos encontrábamos enfrentábamos situaciones de angustia. Puede ser referida a la muerte, como uno de los temas principales, o que nos persiguen para hacernos daño o matarnos, nos caemos y moriremos, tenemos accidentes, o que las personas que queremos están en peligro. Los temores que sentimos durante el día, conscientes o no, pueden provocar terror en la noche.

En los adultos, cuando son frecuentes, las pesadillas pueden indicar trastornos psicológicos, por lo general trastornos de personalidad. También pueden estar vinculados al consumo de drogas, sustancias psicotrópicas, antidepresivos y otros fármacos. Es interesante hacer notar la diferencia entre las pesadillas y los terrores nocturnos. Generalmente son los niños quienes presentan terrores nocturnos, gritan durante el sueño, y cuando los padres acuden a verlo, el niño se encuentra en la cama sentado diciendo cosas incomprensibles. Poco a poco se va tranquilizando y vuelve a quedarse dormido. Al día siguiente, no recuerda nada de lo sucedido.

En general, las pesadillas frecuentes se tienen en épocas en que se está lleno de conflictos o problemas. Delatan que la persona está pasando por un período de temor, confusión, miedo y conflictos. Se debe tomar conciencia y asumir el control de las riendas de la vida, para que de esta forma la ansiedad interna disminuya.

Si resulta que usted está bien en su vida diaria diurna y tiene pesadillas, puede que tengan un significado y le sugieren que debe estar alerta porque algunos autores piensan que estas pesadillas son presagios, sueños de advertencia.

Es necesario tener un pensamiento positivo antes de dormir. Es importante dejar las preocupaciones de lado y tomar un baño relajante cuando se esté estresado. El sueño presupone un estado de relajación. Un organismo excitado es incapaz de relajarse. Cuando una persona sufre un trauma, en los sueños se le repite muchas veces en forma de pesadillas recurrentes y cuando una pesadilla se repite, quiere decir que no se ha encontrado solución a los conflictos relacionados con el sueño en la vida real. Desde el punto de vista mental, esas pesadillas constituyen un alivio, aunque sea difícil poderlo ver así.

Inteligencia emocional en los niños

La Inteligencia Emocional no solo es uno de los principales pilares del éxito sino también de una vida plena. Sin embargo, es la gran olvidada en la educación, tanto en los colegios como en la casa. A los niños les enseñamos los colores, los números, las letras del abecedario… pero no les enseñan a manejar sus emociones. No obstante, desarrollar la inteligencia emocional en los niños no solo es una tarea relativamente fácil sino también muy beneficiosa de cara al futuro.


Cinco claves para potenciar la Inteligencia Emocional

1. Etiqueta las emociones. Los niños (y a menudo muchos adultos) se sienten inundados por las emociones pero no saben exactamente qué están experimentando, tan solo saben que es algo muy intenso. Sin embargo, cada emoción es diferente y es importante aprender a etiquetarlas. De hecho, numerosos estudios han demostrado que el simple hecho de catalogar una emoción ya nos ayuda a retomar el control. Por tanto, cuando tu pequeño experimente determinada emoción, dile de cuál se trata. Explícale que está alegre, enojado, triste o frustrado. Así irá reconociendo las diferentes sensaciones vinculadas a cada emoción y poco a poco irá aprendiendo a reconocerlas.

2. Motívalo a expresar lo que siente con palabras. Las temidas rabietas de los niños no son sino una forma inmadura de expresar sus deseos y emociones. Sin embargo, si le enseñas desde pequeño a poner en palabras lo que desea, reducirás considerablemente las posibilidades de que ocurran las rabietas. Sin duda alguna, hablar de lo que siente es mucho mejor que romper cosas o golpear a las personas. Obviamente, recuerda que tú eres su modelo a seguir así que también deberás aprender a controlar tus emociones. Tómalo como un aprendizaje conjunto.

3. Conecta la emoción con alguna situación. Recuerda que el mundo de los niños a menudo es caótico y no siempre son capaces de establecer relaciones causa-efecto. Explícale que se siente triste o enfadado por algo que ha sucedido, anímale a buscar la causa de sus emociones. Este pequeño y sencillo ejercicio de introspección es una herramienta valiosísima que le estás dando para su vida como adulto.

4. Valida la emoción. La primera reacción de los padres es decirle al niño que no pasa nada, que no debe tener miedo o que no hay razón alguna para sentirse frustrado. Sin embargo, para desarrollar la Inteligencia Emocional en los niños un paso clave es reconocer y vivir las emociones. Por tanto, valida la emoción que está experimentando, lo cual significa que debes aceptar su existencia, ponerte en el lugar del pequeño y ser empática. De esta forma también le estarás demostrando que aceptas sus emociones y las comprendes, un detalle sumamente valioso que fomentará la confianza entre ambos.


5. Ayúdale a buscar una solución. Reconocer las emociones y aceptarlas es genial pero también es necesario hacer algo para controlarlas. Por tanto, habla con el niño y pregúntale qué quiere hacer para sentirse mejor. A menudo los padres son los que proponen las soluciones pero se asombrarían al descubrir que muchos niños ya saben qué pueden hacer para combatir esas emociones negativas. A veces es suficiente con dar un paseo, cambiar de actividad o simplemente tomarlo en brazos y cantarle una canción o leerle un cuento.